LIVE NIRVANA INTERVIEW ARCHIVE November 29, 1993 - Atlanta, GA, US

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Interviewer(s)
Keith Rutherford
Interviewee(s)
Kurt Cobain
Publisher Title Transcript
Heavy Rock La última entrevista de Kurt Cobain Yes (Español)

Atlanta, Diciembre de 1993
En el tramo final de su primer periplo de conciertos por América, Kurt Cobain concedió varias entrevistas a corresponsales europeos y agencias de prensa haciendo balance de lo que habí­an sido los tres primeros meses de gira. La última que realizó, os la ofrecemos ahora en rigurosa exclusiva.

Es la primera gira que hacéis en la que de principio a fin estáis haciendo estadios y grandes recintos. ¿Qué sensación os produce eso?

Kurt Cobain: “Es muy gratificante. Llevamos tocando en clubs desde que empezamos, y tiene su encanto, pero muchas veces en los clubs la atmósfera es irrespirable por el tabaco, los canutos y el calor. A veces ni siquiera tienes en el camerino una palangana de agua con la que poderte refrescar. A pesar de que cuando tocamos por segunda vez en América presentando Nevermind ya lo hicimos en teatros y locales más grandes, ésta es la primera gira en la que podemos permitirnos el lujo de llevar nuestro propio backstage. También influye el sonido. Ahora, al tener un escenario más grande, puedo saber si de verdad estoy sonando bien, no como en esa pared de ruido que se forma en la acústica de los clubs.”

¿Y no es un poco chocante que un grupo como vosotros toque en los mismos sitios en los que van a tocar superestrellas como los Rolling Stones, por ejemplo, el año que viene?

Kurt Cobain: “Es sólo una cuestión de espacio. Nuestra actitud y nuestra forma de hacer música no cambia, lo único que sucede es que si tocamos sólo en clubs hay mucha gente que no puede venir a vernos, y si cualquier persona gasta su dinero en comprar uno de nuestros discos, creo que debemos darle la oportunidad de que nos pueda ver en directo.”

Después de toda la resaca de Nevermind y de un año tan tortuoso como el que fue especialmente para ti 1992, ¿Cómo afrontas el estar de nuevo en gira, en la carretera? ¿Te sientes bien?

Kurt Cobain: “Al principio, he intentado verlo como un trabajo más, como si fuera un trabajo del tipo de ir a una oficina o una fábrica y fichar con la tarjeta de cómputo de tiempo, pero, obviamente, es absurdo verlo de esa manera. Lo único que no me gusta de estar en esto es ser visto de la manera en la que mucha gente me ve. Desde el escenario sólo puedes ofrecer una parte de tu personalidad, que no siempre es la mejor. Es una sensación contradictoria, me duele mucho que me critiquen, pero al mismo tiempo, me molesta mucho la admiración o la adulación. La idea de que prácticamente nadie me conoce tal y como en realidad soy, y que todo el mundo se fabrique una imagen estereotipada de mí me atormenta mucho. Cuando estaba en la heroína no era tan consciente de ello, pero ahora a veces lo pienso, y eso me produce una incontenible sensación de odio hacia la prensa, la televisión, los fans, incluso hacia mí mismo… no lo sé, quizá no tenga sentido esto que estoy diciendo, pero así es como lo siento.”

¿Cuáles son tus recuerdos de tu tiempo de adicción a la heroína?

Kurt Cobain: “En primer lugar, yo nunca he sido un heroinómano en sentido estricto, ¿entiendes lo que quiero decir? He tomado heroína, pero también he tomado otras cosas, era la adicción múltiple lo que me estuvo a punto de hacer estallar. Supongo que dentro de unos años tendré más claro qué pienso realmente de aquel período. Después de la gira del verano de 1992, cuando Courtney estaba embarazada, recuerdo que fueron los peores momentos, pero incluso de experiencias tan horribles se saca algo positivo. Me arrepiento de haber estado en las drogas, pero no me arrepiento de saber lo que he aprendido a través de ellas.”

En las letras de In Utero hay mucha de esa desesperación, de ese dolor, ¿no?

Kurt Cobain: “Hmmm… no. Las drogas es uno de los problemas más graves que he tenido en mi vida, pero he intentado que no se reflejaran, al menos muy descaradamente en las letras de las canciones. De hecho, esa clase de suposiciones o de comentarios es algo que todavía me afecta mucho negativamente. En realidad, tú puedes leer la letra de cualquiera de mis canciones y quizá una o dos estrofas tienen que ver lejanamente con algún problema mío personal, pero no toda la canción.”

¿Es In Utero una especie de resumen emocional de lo que fue el periodo 1991-1993?

Kurt Cobain: “En cierta manera sí. Las letras reflejan muchos de los sentimientos, contradicciones y paranoias que ha habido en los dos años que he estado dentro de toda esta especie de locura. Y es algo que no quiero recordar, quiero superarlo, y por tanto, creo que la mejor manera de hacerlo ha sido grabando un disco como In Utero, que es el más crudo y más duro que hemos hecho hasta ahora, dejando de lado todas las otras influencias que hay en nuestra música, desde el pop al jazz o al reggae.”

¿Cómo ha influído en tu faceta de compositor el hecho de ser padre?

Kurt Cobain: “Aun no he tenido la oportunidad de comprobarlo, porque las ideas básicas de mis canciones estaban hechas y elaboradas ya antes de que mi baby naciera. Creo que en ese aspecto, el mayor impacto es personal. Hasta que nació Frances yo era una persona con una tendencia natural hacia la depresión, incluso cuando me siento bien tengo un cuarto de hora de depresión al día, pero sin embargo, veo diez minutos a mi baby y me siento plenamente feliz durante el resto del día. Me siento una persona completamente distinta.”
“Me preocupa pensar qué clase de vida tendrá Frances conmigo y con Courtney. No me refiero a todos esos estúpidos problemas de custodia y la mierda que los tribunales están echando sobre mí, estoy hablando más de si sabré entenderme con ella, si no la agobiaré. Eso es algo por lo que siempre me he sentido muy resentido con mis padres. Desde pequeño, se empeñaron en modelar mi carácter, tenían planificado para mí todos los aspectos de mi vida, hasta el más insignificante que te puedas imaginar. Pero cuando creces, las cosas, obviamente, cambian.”

¿Cómo eran tus padres contigo una vez que creciste?

Kurt Cobain: “De mi padre te puedo decir poco porque después del divorcio no tuve mucha oportunidad de convivir con él. Mi madre, durante mi infancia, fue una madre comprensiva, cariñosa y maravillosa, pero cuando me volví rebelde e incorregible, lógicamente, tuvimos muchos enfrentamientos. Se volvió muy opresiva, y yo luchaba constantemente por mantener mi personalidad en constante combate contra ella. Pero ahora entiendo sus actitudes, porque siendo padre noto lo instintivamente protector que se vuelve una persona hacia sus hijos cuando nacen. De hecho, muchas de las cosas de las que culpaba a mis padres antes ya las he olvidado, y no creo que la culpa fuera necesariamente sólo de ellos.”

¿Qué es lo mejor que os ha ocurrido desde que estáis de gira?

Kurt Cobain: “Honestamente, creo que lo mejor es comprobar que el 98 por ciento de la gente que viene a vernos lo hace porque le gustamos de verdad, porque realmente entienden el lenguaje que hablamos y creen en Nirvana. No es como la gente que te va a ver a los shows de televisión. Personalmente noto esa comunicación, esas buenas vibraciones entre ellos y nosotros.”

¿Te sientes optimista?

“Er… bueno, no sé si es la palabra, digamos simplemente que me siento bien. Sólo a veces un poco cansado, estamos haciendo demasiados conciertos en muy poco tiempo, y no duermo todo lo que debería. Pero me siento infinitamente mejor que hace año y medio.”

¿Ha desaparecido definitivamente de la cabeza de Kurt Cobain ese instinto autodestructivo del que se habla, por ejemplo, en Come As You Are, la biografía de Michael Azerrad?

Kurt Cobain: “De lo que dice el libro no quiero hacer demasiados comentarios, pienso que ya se ha escrito bastante sobre ese jodido libro. No, yo tengo una vena en mi cabeza que ahora quizá menos, pero me sigue arrastrando a preguntarme si realmente tiene algún sentido hacer todo lo que hago, y si no valdría la pena dejarme llevar por mis instintos y acabar con todo. Pero otra parte de mí tiene la creatividad, la imaginación, las ganas de hacer música, de escribir, de pintar, de cuidar de mi hija… mientras pueda mantener un equilibrio entre las dos personalidades, las cosas irán bien. Y me he prometido a mí mismo no pensar más en por qué diablos ocho millones de personas compraron Nevermind, ni lo que eso significa. Tal vez porque en realidad no significa nada.”

© Keith Rutherford, 1993