LIVE NIRVANA INTERVIEW ARCHIVE October 31, 1992 - Buenos Aires, AR

Interviewer(s)
Sergio Marchi
Interviewee(s)
Kurt Cobain
Publisher Title Transcript
Clarin "Estamos cansados del éxito" Yes (Español)
La Mano TBC Yes (Español)
Musico Pro Kurt Cobain a 10 años de su muerte Yes (Español)

Motor musical y "front man" indiscutido, Kurt Cobain es la razón de ser de Nirvana. Enemistado con la prensa por los palos recibidos a raíz de su turbulenta vida personal, el rubio cantante abortó todos los intentos por entrevistarlo que sembraron su paso por nuestro país. Recién después del show, con un pie en el avión, un cronista del Suple consiguió dialogar con él para averiguar el porqué de la fría actitud exhibida por el trío en Vélez.

Kurt Cobain se convirtió en un enigma desde el mismo momento en que aterrizó el mediodía del jueves en Ezeiza. Ese día desapareció junto a su mujer, Courtney Love, la que fue vista esa noche en La Cueva zapando junto a Chris Novoselic. bajista de Nirvana. Cobain finalmente se mostró el sábado, con cara de pocos amigos. Atrás había quedado la actuación del viernes, show que dejó disconforme a buena parte del público que fue a Vélez. Faltaba poco para que tomara el avión que lo depositaría de regreso en Seattle. Aceptó la charla sin perder un ápice de su serena calma, esa que anticipa tempestades.

En el show de Vélez hicieron por lo menos tres nuevos temas. ¿Van a formar parte del tercer disco de Nirvana?

Para serte sincero, no hubo nuevas canciones. Lo que sí hubo fueron bosquejos de cosas que podrían ser llamadas canciones. Decidimos escribir canciones y tocarlas: a medida que lo hacemos, se van transformando en un mapa. Es como en el free jazz. Las canciones que tenemos listas para el nuevo disco se escribieron el año pasado, casi al mismo tiempo que los temas de Nevermind. La razón por la que no hemos estado escribiendo es que yo vivo en Los Ángeles y Chris y Dave viven en Seattle. Nos tomamos un largo descanso. Yo estuve haciendo algunas cositas, nada serio. Tenemos planeado reunirnos el mes que viene para escribir un poco más y estaremos listos para grabar en un par de meses.

Butch Vig, el productor de Nevermind, ¿volverá a trabajar con ustedes?

No. No sé realmente qué vamos a hacer. No sabemos si queremos un productor de verdad o si lo vamos a hacer nosotros. No queremos que haya demasiadas Influencias entrometiéndose en nuestro camino esta vez. Seguro que no tendremos un ingeniero de sonido, un mezclador profesional como Andy Wallace. El hizo un montón de discos comerciales y fue el responsable de que el nuestro saliera un poquito suavizado.

¿Sentís que Nirvana es muy diferente en lo musical al resto de las bandas?

Creo que nuestras canciones son mejores que las de muchas otras bandas, pero no pienso que seamos músicos tan buenos o tan experimentales que hayamos hecho un disco que provoque un nuevo estilo musical. Todavía sonamos a hard rock. Me gusta pensar en nosotros como si fuéramos una especie de nuevos Cheap Trick. Obviamente, tenemos algunas influencias de Los Beatles. Creo que la razón por la cual la gente se siente seducida por nosotros es que no tenemos la actitud típica de los supergrupos de rock, esos que tocan en grandes estadios.

La charla venía bien. Lejos de todos los pronósticos, el cantante parecía interesado en hablar seria-mente. Su mirada es como una puñalada que se incrusta en el interlocutor. Su lenguaje dista de ser primitivo. Pero Cobain es imprevisible y resultaba ineludible hablar del show de la noche anterior. ¿Tendría él ganas de... comentar el concierto?

Bueno, había muchos hombres en la audiencia y me parece que trataron muy mal a Calamity Jane. No me gustó para nada, me puso mal. Me pareció muy triste ver a tantos pibes jóvenes con esa actitud discriminatoria hacia un grupo de chicas que trataba de hacer su show. Puedo entender todas las diferencias culturales que hay entre la Argentina y los Estados Unidos, allá también pasaron momentos feos por tratar de tocar su música, pero nunca llegaron a un extremo como el que yo vi anoche (por el viernes). Me sacó de las casillas.

Se te vio enojado sobre el escenario.

Fue así.

Tampoco tocaron Smells like teen spirit.

No. la gente fue tan mala con Calamity Jane que no se merecía escuchar la canción (se ríe). Fue mi manera de mandarlos al demonio.

Se los vio un poco inconexos, también...

Bueno, yo toqué una guitarra nueva que no conocía y me equivoqué en unas cuantas notas. Siempre zapamos mucho sobre el escenario. A veces, después de un tema, voy y le pregunto a Chris y a Dave qué quieren tocar y me dicen que no saben. Puede parecer poco profesional pero a mí no me importa. De esa manera es más divertido.

A esta altura de la conversación. Kurt Cobain parecía más animado, incluso sonreía. Comentó que iba a votar a Bill Clinton. no por convencimiento demócrata sino para asegurarse que George Bush se fuera. Sobre la movida de Seattle dijo gustar de Soundgarden,Tad y sus amigos de Mudhoney. Era hora de pasar a asuntos más familiares.

El 18 de agosto Kurt y su esposa tuvieron una hija a la que llamaron Frances Bean. La historia controvertida de Sid y Nancy parecía repetirse en la pareja cuando la prensa dio a conocer que durante su embarazo Courtney no había permanecido un solo día sobria. Ya avanzado en su estado, la cantante de Hole inició un tratamiento para superar su adicción a la heroína. "El hecho de ser padre no me cambió. Soy más feliz ahora, porque adoro a mi nena, pero no hay nada que revisar sobre mi estilo de vida. Hay una niñera que la cuida. Tiene solo nueve semanas y. a decir verdad, la extraño."

¿Cómo ves el futuro de Nirvana de aquí en más?

Creo que con el próximo disco se definirá la cosa. Muchos de los que apreciaron el último disco no pensarán lo mismo del próximo pero la gente que realmente gusta de nuestra música nos seguirá escuchando. No sé si realmente disfrutamos siendo una banda tan grande, seriamos más felices si no fuéramos así el año que viene: estamos un poquito hartos del éxito. Todavía me divierto, pero quiero ayudar a otras bandas a no tener que pasar por lo que pasamos. Me gustaría ser un guitarrista rítmico y sentarme bien atrás, salir del frente.

© Sergio Marchi, 1992

En Octubre de 1992, durante media hora, Sergio Marchi tuvo la única ntrevista con Kurt Cobain en la Argentina. Hablaron media hora y los primeros 5 minutos se usaron para Clarín. El resto está acá:

El caótico, furioso y destructivo show de Nirvana fue visto por 30 mil personas y hoy es recordado por todos como un acontecimiento legendario.

Mis jefes de entonces me corrieron por todo el estadio de Velez cuando Nirvana terminó de destruir el escenario, pero esta vez no era para propinarme castigo, sino para decirme que Cobain me vería al dia siguiente, sábado, y que debería trabajar también el domingo para entregar la nota el lunes a primera hora. Maravilloso. Supe instintivamente que esa nota era importantísima; después de todo, ya se hablaba de Kurt Cobain como si fuera el nuevo John Lennon, y Nirvana estaba produciendo una transformación impensada en el mapa musical. Hasta la aparición del segundo álbum, Nevermind, Nirvana era tan solo otro grupete punk que grababa para un oscuro sello de Seattle llamado Sub Pop. Había miles de esos grupos, que solo conocían los familiares y amigos. Nadie pensaba que el trío iba a protagonizar una verdadera y auténtica revolución musical, al ser la banda - ariete que terminaría por averiar el esqueleto de venta comercial de los grandes sellos musicales, que imperó hasta la década del noventa.

Lógicamente, lo más importante de la entrevista fue publicado poer el diario Clarín, en el Suplemento Sí. Kurt Cobain explicó allí sus sentimientos sobre Nevermind, el porqué de su negativa a tocar Smells Like Teen Spirit, la canción que hizo que Nirvana explotara; la naturaleza caótica del show brindado en Buenos Aires, su por entonces reciente paternidad, su aversión al estrellato y su percepción de un futuro que iba a ser increíblemente sombrío, pero que él miraba en ese momento con esperanza.

¿Se sienten cómodos tocando en estadios?

No demasiado, Nosotros estamos mas acostumbrados a los clubes, incluso yo no he ido a muchos shows en estadios. Fui a dos en mi vida: Sammy Hagar cuando tenía 12, a Aerosmith a los 20. Comencé a ir a los clubes a los 14, a ver bandas punk rock del underground en lugares donde a lo sumo habría 100 personas, pero la mayoría de las veces éramos 20. Se trataba de un entorno muy cerrado, donde siempre éramos los mismos. Estar en un escenrio ante miles de personas es algo muy raro para mí, me siento como un marciano. No estoy acostumbrado. No es algo que me sea muy inspirador, ni tampoco quise estar en esta posición; es muy extraña. Con el tiempo aprendí a aceptarlo, pero sigo prefiriendo tocar para unos pocos cientos. Es mas estimulante.

¿Te tomó por sorpresa el éxito de Nevermind?

Seguro, no planeamos esto. Lo sacamos y ni siquiera hicimos una promoción muy importante. Tampoco estaba en los planes de nuestra compañía el hacer un gran esquema, poner mucho dinero y tratar de vendernos de esa manera. Se lo dimos a algunas radios y lo empezaron a pasar. Nos volvimos muy populares de esa manera. Después se prendió MTV. En los Estados Unidos, MTV es prácticamente como Dios, es muy poderoso; todo el mundo mira y escucha ese canal.

Aquí es diferente: no tenemos MTV y hay solo una radio de rock. Cuando la gente escucha algo que le gusta, el rumor corre de boca en boca.

Es bárbaro: me gusta mucho más de esa manera. Es mejor eso a que las corporaciones te digan qué escuchar. Muchos chicos son ingenuos y no saben donde buscar música, entonces las corporaciones, que tienen el control y el monopolio de todo, pueden agarrar bandas pedorras y ponerles tanta plata, que al final los pibes las terminan escuchando. Prefiero el boca a boca, es mucho mejor.

Tu estilo para tocar la guitarra, es cuando menos, un poco peculiar…

Es que no practico, Nunca tomé clses ni traté de copiar el estilo de otros guitarristas. Realmente no me preocupo, para serte sincero. Pifio las notas todo el tiempo, toco en otra tonalidad que la que corresponde. Me parece más divertido hacer de cuenta que toco, y que salga lo que salga. Estoy seguro de que te habrás dado cuenta por el show de anoche, que cuando hago los solos ni siquiera encajan en la canción. No me importa: prefiero eso a ser un guitarrista con una técnica "eficiente". Esa clase de violeros me parecen aburridos. Realmente no creo en los solos, pero hay canciones que los requieren, por lo que hago de cuenta que puedo tocar uno. Hice uno largo anoche. Fue divertido. Mucho Ruido.

Entonces… ¿cómo aprendiste a tocar la guitarra?

Solía practicar cuando recién agarré la guitarra, pero ahora no. No me gusta ponerme a "pulir mi técnica". Cuando tomé la guitarra comencé a escribir canciones de inmediato. Me aprendí algunas como My best friend's girl de The Cars, y Back in Black de AC/DC. Después comencé a componer para cuando tuviera mi primera banda ya hubiera material. Es mejor hacer eso que ponerte a tocar covers, porque sino terminás sonando como ellos.

¿Qué relación tenés con las otras bandas de Seattla, como Mudhoney, Pearl Jam, etc.?

Fuimos muy amigos de los Mudhoney por un largo tiempo. Pearl Jam no me gusta para nada. no los soporto. Empezaron después que nosotros. La escena de Seattle viene bien desde hace 3 o 4 alçños atrás, cuando todos éramos amigos y tocábamos en clubes. Algunas de las bandas, como Soundgarden, vienen tocando desde hace mucho. Ahora todo es muy distinto. Sub Pop, el sello, es realmente bueno, ayuda mucho a las bandas. A mi siempre me gustó el punk rock, o cosas grunge, como Mudhoney, TAD, The Fluid, mucho más que lo que hace Pearl Jam que para mí es como la versión de los 90 de Lynyrd Skynyrd o Genesis. Son muy limpios y agradables. Muy radiales. El cantante es un buen tipo.

¿De Buenos Aires a donde viajás?

Vuelvo a Seattle por unos días.

¿Volvés a votar en las elecciones?

Si

¿Puedo preguntar por quién?

Bill Clinton

¿Creés que es el verdadero cambio que dice ser?

Nah, es un demócrata, y los demócratas no estás cerca ni moral ni filosóficamente de lo que yo pienso. Los demócratas son muy conservadores, pero al menos no son tan conservadores como los republicanos. Los republicanos son la encarnación de Satanás. Los odio. Para mí la palabra "republicano" es mala palabra; decirle "republicano" a alguien es decirle "cagador". Es el término más ofensivo que puedas decir. Pero en Estados Unidos no hay opción más allá.

Una vez declaraste no sentirte feliz con la gente de tu generación, porque la veías muy apática.

No quisiera proyectar esa imagen de descontento con la gente porque puede pensar que no la aprecio y no es así. Es como si dijera que no respeto a la gente que viene a nuestros shows porque es muy apática o muy vaga, Pero no creo que nuestra generación haya hecho demasiado para que personas como Bush estén fuera del gobierno. Pero tampoco es como si yo quisiera… aleccionarlos, hacerlos pensar en términos político, pero pienso que hay otras cosas que la gente puede hacer para promover sus visiones, y asegurarse de que los escuchen. No me parece que nuestra generación le haya planteado un desafío suficiente a la vieja guardia: dejaron que les digan lo que tienen que hacer. En Estados Unidos da la impresión de que como éste es un alo electoral, todos están más interesados con lo que va a pasar, pero no sé. Siempre fui una persona muy nihilista, así que no tengo muchos buenos pensamientos sobre las personas, pero parece que muy de a poco la gente se vuelve más consciente. Creo que mi generación es la última que ha disfrutado el tener inocencia en Estados Unidos. Cuando yo era chico, había programas televisivos que no eran muy violentos, y los chicos no tenían acceso a películas prohibidas; yo no tenía conciencia de que existían violadores, asesinos y cosas por el estilo. Pero ahora los chicos de 6 años saben sobre sexo y se dan cuenta de que hay mucha violencia en el mundo porque hay mejores comunicaciones. Es triste saber que las próximas generaciones van a ser cagadas porque no hay chance de que tengan inocencia. Y para un chico es absolutamente necesario que pueda tener un período de inocencia en su vida aunque sea por unos cuantos años.

Si bien ahora vivís en Seattle, pasaste tu infancia y adolescencia en Aberdeen. ¿Cómo es ese lugar?

Es una ciudad muy chiquita, a millas de cualquier otro lugar. Y hay un montón de ciudades aún más chiquitas alrededor. Aquí está el océano (vuelve a dibujar), y el resto es chato. Hay mar, algunas montañas, y muy poco más. Hay cientos de miles de Aberdeens en todo Estados Unidos, porque el país es muy grande y todo está como diseminado. Pero lo único que podés hacer en esos lugares, es tratar de irte a las grandes ciudades. En las grandes ciudades se escuchaba punk rock, o se sabía de todas las culturas de onda, o novedades. Y muchos años después recién llegaban las cosas a Aberdeen. Un pueblo chico engendra una mentalidad pequeña. Hay gente muy ignorante y no creen en nada que sea muy diferente. Fruncen el ceño frente a lo que sea muy diferente a lo que conocen. No les gustaba la idea de que mis amigos y yo fuéramos punk - rockers. Pero es entendible, yo no les guardo rencor.

¿Y cuando crecías allí qué música escuchabas?

Beatles mayormente, The Monkees. A pesar de ser de Seattle, no escuchaba realmente a Hendrix. Lo mío era realmente más cercano a Black Sabbath y Aerosmith.

Supongo que volverás a ver a tu familia a Seattle.

No, y la única razón por la que vuelvo a Seattle es que voy a ver a mi hijita. La extraño mucho, tiene nada más que nueve semanas. No veo la hora de estar en casa con ella.

© Sergio Marchi, 2004

Nirvana se presentó en la ciudad de Buenos Aires el 30 de octubre de 1992, a poco menos de un año de la edición de Nevermind, el disco que los catapultó a la historia. El show fue un desastre por culpa del público argentino.

El estadio de Velez albergaba unas 30 mil personas ansiosas por ver en acción a la banda que hizo del Rock Alternativo un fenómeno de estadio. Pero antes había algunos grupos soporte, entre ellos la banda femenina Calamity Jane, de Seattle. Nirvana y Kurt Cobain en especial quisieron llevar al grupo como soporte en la gira para ayudarlo, tal como Sonic Youth hizo con ellos, sin saber que en realidad lo estaban encaminando hacia la destrucción.

Calamity Jane apenas pudo tomar posesión del escenario cuando cayeron los primeros proyectiles arrojados por la audiencia. Eran latas, botellas de plástico y cualquier objeto que pudiera atravesar el foso de seguridad para impactar en las chicas. Promediando el show, la situación se hizo insostenible y los nervios de Calamity Jane se quebraron. Abandonaron el escenario arrasadas en lágrimas. Ese fue el último show de su carrera.

Mientras tanto, Kurt Cobain miraba la escena con una tristeza que dio paso a una cólera inmanejable cuando Nirvana subió al escenario. Dio lo peor de sí mismo, traducido en una maraña de ruidos, acoples y aullidos que poca justicia le hicieron al repertorio del trío. De hecho, comenzó tres veces con la introducción de “Smells Like Teen Spirit", para después pasar a otro tema. “Fue mi modo de hacerles ver que no se merecían escuchar la canción”, me dijo al día siguiente Kurt Cobain cuando tuve la oportunidad de entrevistarlo. La nota se publicó en el diario Clarín, el 6 de noviembre de 1992, pero por alguna razón fue la única nota que dio Kurt Cobain en Buenos Aires, y una de las pocas que ofrecería en todo el año. Presumí que sería para dar explicaciones por el show de la noche anterior, pero hablamos poco del tema. Si bien en ese entonces Cobain no era una leyenda, yo era consciente que estaba hablando con un músico que daría que hablar en los próximos años. Pero jamás imaginé que su vida podría terminar así: suicidándose en una cabaña de Seattle. Cobain no parecía un loco, ni una estrella de Rock. Se comportó educadamente, y hasta diría que fue cálido, pese a sus gélidos ojos. Convidó cigarrillos, deslizó algunas ironías, y se puso serio al tratar de explicar sus opiniones políticas, haciendo un esfuerzo para ser entendido. Hubo un corte de entrevista por parte de gente de su sello grabador, que él deshizo con la mirada, y conversamos por espacio de diez minutos más.

Durante mucho tiempo creí que la grabación se había perdido, y que lo conversado más allá de lo que se publicó en Clarín era lo menos sustancial de la entrevista. Me equivoqué de cabo a rabo. No solo apareció la cinta, sino que con ella surgió un Cobain auténtico, ya sin la rabia del concierto y con plena lucidez. Aquí está la charla.

Sergio Marchi: ¿Se sienten cómodos haciendo shows en estadios?

Kurt Cobain: No demasiado. Nosotros estamos más acostumbrados a los clubes, incluso yo no he ido a muchos shows en estadios. Fui a dos en mi vida: Sammy Hagar cuando tenía 12, y Aerosmith a los 20. Comencé a ir a los clubes a los 14, a ver bandas Punk Rock del underground en lugares donde a lo sumo habría 100 personas, pero la mayoría de las veces éramos 20. Se trataba de un entorno muy cerrado, donde siempre éramos los mismos. Estar en un escenario ante miles de personas es algo muy raro para mí, me siento como un marciano. No estoy acostumbrado. No es algo que me sea muy inspirador, ni tampoco quise estar en esta posición; es muy extraña. Con el tiempo aprendí a aceptarlo, pero sigo prefiriendo tocar para unos pocos cientos. Es más estimulante.

SM: ¿Te tomó por sorpresa el éxito de Nevermind?

KC: Seguro, no planeamos esto. Lo sacamos y ni siquiera hicimos una promoción muy importante. Tampoco estaba en los planes de nuestra compañía el hacer un gran esquema, poner mucho dinero y tratar de vendernos de esa manera. Se lo dimos a algunas radios y lo empezaron a poner. Nos volvimos populares de esa manera. Después se sumó MTV.

SM: Tu estilo para tocar la guitarra, es cuanto menos, peculiar...

KC: Es que no practico... Nunca tomé clases ni traté de copiar el estilo de otros guitarristas. Realmente no me preocupo, para serte sincero. Equivoco las notas todo el tiempo, toco en otra tonalidad que la que corresponde. Me parece más divertido hacer de cuenta que toco, y que salga lo que salga. Estoy seguro de que te habrás dado cuenta por el show de anoche, que cuando hago los solos ni siquiera encajan en la canción. No me importa: prefiero eso a tratar de ser un guitarrista con una técnica “eficiente”. Esa clase de guitarristas me parecen aburridos. Realmente no creo en los solos, pero hay canciones que los requieren, por lo que hago de cuenta que puedo tocar uno. Hice uno largo anoche, en la última canción. Fue divertido. Mucho ruido.

SM: Entonces... ¿Cómo aprendiste a tocar la guitarra?

KC: Solía practicar cuando recién agarré la guitarra, pero ahora no. No me gusta ponerme a “pulir mi técnica” y esas cosas. Cuando tomé la guitarra comencé a escribir canciones de inmediato. Me aprendí algunas como “My Best Friend’s Girl” de The Cars, y “Back in Black” de AC/DC. Después de eso comencé a componer para que cuando tuviera mi primera banda ya hubiera material para tocar. Es mejor hacer eso que interpretar a otros artistas, porque si no terminas sonando como ellos.

SM: ¿Qué relación tienes con las otras bandas de Seattle, como Mudhoney, Pearl Jam, etc.?

KC: Fuimos muy amigos de los Mudhoney por un largo tiempo. Pearl Jam no me gusta para nada, no los soporto. Empezaron después que nosotros. La escena de Seatde viene bien desde hace tres o cuatro años atrás, cuando todos éramos amigos y tocábamos en clubes.

Algunas de las bandas, como Soundgarden, vienen tocando desde hace mucho. Ahora todo es muy distinto. Sub Pop, el sello, es realmente bueno, ayuda mucho a las bandas. A mi siempre me gustó el Punk Rock, o cosas grunge, como Mudhoney, TAD, The Fluid, mucho más que lo que hace Pearl Jam que para mí es como la versión de los 90 de Lynyrd Skynyrd o Génesis. Son muy limpios y agradables, muy radiales. El cantante, Eddie Vedder, es un buen tipo.

SM: ¿Votarás en las elecciones? (N.del R.: Faltaba poco para las elecciones que consagrarían a Bill Clinton para su primer mandato como presidente de Estados Unidos).

KC: Sí.

SM: ¿Puedo preguntar por quién?

KC: Bill Clinton.

SM: ¿Crees que él es el verdadero cambio que dice ser?

KC: Nah, es un demócrata, y los demócratas no están cerca ni moral ni filosóficamente de lo que yo pienso. Los demócratas son muy conservadores, pero al menos no son tan conservadores como los republicanos. Los republicanos son la encarnación de Satanás. Los odio. Para mí la palabra “republicano” es mala palabra; decirle “republicano" a alguien es decirle algo verdaderamente ofensivo.

SM: ¿Y Ross Perot? (N. del R.: El candidato que se presentó a las elecciones de 1992 por fuera del Partido Demócrata y del Republicano).

KC: Naaah, el tipo apesta. Es un rico, no confío en él como presidente. De última me arriesgaría con alguien que no sea político profesional, alguien que no siga los linchamientos de cómo ser un político certificado y conservador. Hasta preferiría votar por Perot, pero no va a ganar, está muy por debajo. No quiero desperdiciar mi cariño, y prefiero asegurarme que Bush no siga. Obviamente, la manera en que el tipo está haciendo las cosas no funciona.

SM: Una vez declaraste no sentirte feliz con la gente de tu generación, porque la veías muy apática.

KC: No quisiera proyectar esa imagen de descontento con la gente porque puede pensar que no la aprecio y no es así. Es como si dijera que no respeto a la gente que viene a nuestros shows porque es muy apática o muy vaga. Pero no creo que nuestra generación haya hecho demasiado como para que personas como Bush estén Riera del gobierno. Pero tampoco es como si yo quisiera... aleccionarlos, hacerlos pensar en términos políticos, pero pienso que hay otras cosas que la gente puede hacer para promover sus visiones, y asegurarse de que los escuchen. No me parece que nuestra generación le haya planteado un desafío suficiente a la vieja guardia: dejaron que les digan lo que tienen que hacer. En Estados Unidos da la impresión de que como este es un año electoral, todos están más interesados con lo que va a pasar, pero no sé. Siempre fui una persona muy nihilista, así que no tengo muchos buenos pensamientos sobre las personas, pero parece que muy de a poco la gente se vuelve más consciente.

Creo que mi generación es la última generación que ha disfrutado el tener inocencia en Estados Unidos. Cuando yo era chico, había shows televisivos que no eran muy violentos, y no había cable, ni los chicos tenían acceso a películas prohibidas; yo no tenía conciencia de que existían violadores, asesinos y cosas por el estilo. Pero ahora los chicos de seis años saben sobre sexo, se dan cuenta de que hay mucha violencia en el mundo y eso pasa porque hay mejores comunicaciones. Es triste saber que las próximas generaciones van a ser cagadas desde tan temprana edad, porque no hay oportunidad de que tengan inocencia. Y para un chico es absolutamente necesario que pueda tener un período de inocencia en su vida que dure por unos cuantos años.

SM: Supongo que también te concierne la epidemia de SIDA.

KC: Obviamente es un tragedia, algo terrible. Un montón de artistas están enfermos, y no creo que al gobierno le importe una mierda. Los republicanos, en doce años, han preferido ver condenada a la gente que tiene SIDA, como los homosexuales, o la gente de clase baja. Han preferido un genocidio en esa gente, de la manera que sea; imagínate que todavía ponen a la gente en cámara de gas, todavía tienen esa mierda funcionando.

SM: Digamos entonces que se han lavado las manos con el asunto.

KC: Lo ignoran, no han aportado fondos para detener la enfermedad. Es muy triste. Al menos hubo tanta promoción que tienes que ser un idiota para no saber que hay que usar condones, o no compartir jeringas. Esa promoción tuvo un efecto para aminorar el SIDA. Después se habla de conspiraciones y cosas así, aunque no sé lo suficiente como para dar una opinión.

SM: Si bien ahora vives en Seattle, pasaste tu infancia y adolescencia en Aberdeen. ¿Cómo es ese lugar?

KC: Es una ciudad muy chiquita. Ves, acá hay una gran ciudad, aquí otra (dibuja los puntos en una servilleta) y aquí está Aberdeen que está a millas de cualquier otro lugar. Y hay un montón de ciudades aún más chiquitas alrededor. Aquí está el océano (vuelve a dibujar), y el resto es plano. Hay mar, algunas montañas, y muy poco más. Hay cientos de miles de Aberdeens en todo Estados Unidos, porque el país es muy grande y todo está como diseminado. Pero lo único que puedes hacer en esos lugares, es tratar de irte a las grandes ciudades.

En las grandes ciudades se escuchaba Punk Rock, o se sabía de todas las culturas de onda o novedades. Y muchos años después recién llegaban las cosas a Aberdeen. Un pueblo chico engendra una mentalidad pequeña. Hay gente muy ignorante y no creen en nada que sea muy diferente. Fruncen el ceño frente a lo que sea muy diferente a lo que conocen. No les gustaba la idea de que mis amigos y yo fuéramos punk-rockers. Pero es entendible, yo no les guardo rencor.

SM: ¿Y cuando crecías qué música escuchabas?

KC: Beatles, mayormente. The Monkees. A pesar de ser de Seattle, no escuchaba realmente a Hendrix. Lo mío era Black Sabbath y Aerosmith.

SM: Supongo que volverás a ver a tu familia a Aberdeen.

KC: No, y la única razón por la que vuelvo a Seattle es que voy a ver a mi hijita. La extraño mucho, tiene nada más que nueve semanas. No veo la hora de estar en casa con ella.

© Sergio Marchi